La carrera por alcanzar la inteligencia artificial general (IAG) —la hipotética máquina capaz de igualar o superar la inteligencia humana— ha entrado en una nueva etapa. Este lunes, Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, anunció que su empresa invertirá “cientos de miles de millones de dólares en computación” para liderar el desarrollo de esta tecnología de frontera.
El ambicioso anuncio, difundido a través de un mensaje en su perfil de Facebook, detalla que Meta construirá un supercúmulo de inteligencia artificial que estará operativo en 2026. Este sistema computacional, uno de los más avanzados del mundo según sus proyecciones, servirá como plataforma de entrenamiento para modelos de IA cada vez más sofisticados.
“Los Laboratorios de Superinteligencia de Meta contarán con niveles de computación líderes en la industria y, con diferencia, la mayor capacidad de computación por investigador”, aseguró Zuckerberg. “Estoy deseando trabajar con los mejores investigadores para impulsar el futuro”.
Como parte de esta estrategia, Meta invertirá 14.300 millones de dólares para adquirir el 49 % de la empresa Scale AI, una de las startups más prometedoras en el sector, especializada en el etiquetado de datos a gran escala. Además, integrará a su fundador y director ejecutivo, Alexandr Wang, quien con solo 21 años se convirtió en el multimillonario más joven del mundo y ahora tendrá la misión de liderar un nuevo laboratorio de IAG dentro de Meta.
Wang no será el único fichaje de alto perfil. En las últimas semanas, Meta ha logrado atraer a tres investigadores provenientes de OpenAI, la firma responsable de modelos como ChatGPT, lo que refuerza la idea de que Zuckerberg está construyendo un “equipo de élite” para competir en el espacio más codiciado —y riesgoso— de la tecnología moderna.
“Para nuestro proyecto de superinteligencia, me estoy centrando en formar el equipo más selecto y con mayor talento de la industria”, escribió el CEO.
La apuesta de Meta por la superinteligencia no es aislada. Se produce en un contexto donde gigantes tecnológicos como OpenAI, Google DeepMind, Microsoft y Anthropic compiten por liderar un campo que podría transformar radicalmente la economía global, la ciencia y la vida cotidiana.
Pero la magnitud de la inversión anunciada por Meta —de cientos de miles de millones de dólares— marca un punto de inflexión. No solo refleja la convicción de Zuckerberg en el potencial de la IAG, sino también su voluntad de asumir riesgos financieros colosales con tal de posicionarse como actor dominante en el futuro de la inteligencia artificial.
Aunque aún no existe una superinteligencia real y muchos expertos advierten sobre sus riesgos éticos y existenciales, Meta parece decidida a no quedarse atrás. Con infraestructura de vanguardia, talento global y una chequera sin fondo, Zuckerberg pone sobre la mesa una jugada audaz que podría reconfigurar el equilibrio de poder en la industria tecnológica mundial.
Fuente: Finanzas digital